“Un cerruco es un hombre de campo, duro, que es dueño de un pedazo de tierra, tiene una mujer, un caballo y un perro y que vive entre los resecos cerros y quebradas de nuestro norte. Ése es el famoso cerruco, o sea un ovallino” me dice Sergio Olivares, al preguntarle por ese término y agrega que lo ideó junto a Guillermo Pizarro haciendo un documental. Sergio Olivares es uno de los cineastas más persistentes de la región. Ganó el concurso de patrimonio de TVN con “ La desaparición de los molinos de viento de Punitaqui ”, un trabajo donde busca los viejos molinos de madera que están desapareciendo y al hacerlo analiza el patrimonio del Limarí: “cómo se pierde y desaparece, es un trabajo sobre la memoria y de pasada, al ser un símbolo que se relaciona con don Quijote, una reflexión sobre los soñadores, que algunas veces ganamos”. “Contar lo que pasaba en mi tierra donde nací y me crié, fue lo que gatilló mi persistencia en este arte”. Y se nota en una serie de películas documen...